Inicio

Artículos recientes

Lluvia que transforma los corazones

El cuarto domingo de Adviento es conocido como el "Domingo del Rorato". Debe este nombre al introito: Rorate caeli desuper et nubes pluant justum aperiatur terra et germinet Salvatorem Stillate, cielos, desde arriba, y las nubes dejen llover el justum, abran la tierra y hagan germinar al Salvador (Is 45,8). Sin embargo, esta canción no es exclusiva de...

Esa alegría espiritual que sostiene el camino

En la oración de la noche del tercer domingo de Adviento hay una nueva invitación. El himno que había despertado a los clérigos en plena noche los domingos anteriores había sido: Regem venturum Dominum venite adoremus Venid, adoremos al Señor Rey que está a punto de venir Se trata de un himno con un valor muy práctico: "et dicit...

Pueblo de Sión: ¡ha vuelto el tiempo de cantar!

La liturgia romana conoce las stationes: pausas, momentos de oración que veían -y ven- al Papa y a los fieles dirigirse a una basílica significativa: la iglesia fija, a menudo lugar de memoria y de custodia de las reliquias de un mártir. Las de Cuaresma son famosas, pero no son las únicas, y el Adviento, como toda peregrinación, tiene su...

Reciba los nuevos contenidos directamente en su bandeja de entrada.